Porque les gustó el tema de las criptomonedas que hicimos, vamos a hablar sobre la tecnología de cadenas, más conocida como blockchain, que fue creada en 2008 con la aparición del bitcoin. Es la tecnología que está detrás de las monedas virtuales.
El blockchain es una tecnología que permite transferir datos de manera completamente segura gracias a codificaciones muy sofisticadas. Se suele comparar con libros de contabilidad de las empresas donde están registradas todas las entradas y salidas de plata. Pero, en este caso, es un libro de acontecimientos digitales que está guardado en cada uno de los nodos de la red.
Como todo el sistema se basa en una red descentralizada, autosuficiente, las transferencias no necesitan de un intermediario que compruebe y apruebe la información, sino que está distribuida en varios nodos independientes (usuarios), que entre sí la registran y validan.
Una vez que la información es ingresada es casi imposible borrarla, para eso el 51% de los nodos tendría que estar de acuerdo. Solo se pueden agregar nuevos registros y la información no es legitimada a menos de que la mayoría de los nodos esté de acuerdo.
Básicamente, blockchain elimina a los intermediarios, descentralizando toda la gestión. El control del proceso es de los usuarios y son ellos los que se convierten en un enorme banco con miles de nodos, que participan y gestionan la cuenta.
¿Cómo funciona blockchain?
Hasta hace algún tiempo era necesario un tercero en el que las dos partes confiaran para garantizar la autenticidad de las transacciones (un banco, auditor, notario o Paypal) y que tuviese un registro o sello de veracidad. Las monedas digitales tenían el problema de “doble gasto,” ósea, se necesitaba un agente central que verificara que la misma moneda no pudiera ser gastada dos veces. Ahora, con blockchain, este problema desapareció al combinar la criptografía con las redes peer-to-peer.
Las transacciones en los bloques son creadas por los integrantes del sistema y son registradas y transmitidas a todos los nodos de la red. Así todos tienen la información de las transacciones actualizadas en tiempo real.
Para incluir una transacción, tiene que haber consenso en todos los miles de nodos. Ese consenso se logra resolviendo problemas criptográficos. La red emite criptomoneda como recompensa a los nodos o “mineros” que participan en resolver esos problemas y en confirmar y registrar las transacciones.
Si bien blokchain tuvo su inicio con las monedas digitales, hoy hay todo un ecosistema de aplicaciones financieras que se está construyendo sobre estas redes abiertas, sobre todo en Ethereum. Estas plataformas permiten intercambiar criptos, tomar préstamos, abrir cuentas de ahorro, automatizar estrategias de inversión, todo a través de contratos inteligentes. Son las llamadas finanzas descentralizadas, un sistema financiero global, abierto y transparente.
¡Esperamos que les haya servido esta información!